A lo largo de los últimos tiempos, las funciones tradicionalmente atribuidas a la familia han cambiado bruscamente o desaparecido. El modelo de familia nuclear clásico ha ido dejando paso a diversidad de formas nuevas en consonancia con la pluralidad social: familias monoparentales, parejas sin hijos, personas solas que forman núcleos de convivencia etc.
A pesar de los cambios apuntados, la familia sigue desempeñando, entre otras dos funciones psicológicas esenciales para el ser humano: la socialización y la construcción del autoconcepto y autoestima del individuo.
Desde el modelo Integrativo Sistémico Familiar, donde cada individuo y su ubicación en la familia es sumamente importante, al igual que las relaciones que se establezcan entre los miembros, trabajamos con la familia como un grupo holístico, buscando el restablecimiento de su propio equilibrio saludable y el mantenimiento del mismo, a través del tiempo.
Lo que trabajamos con las familias:
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Asesoramiento y mediación en momentos de crisis.
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Mejora de la calidad de la comunicación, resolución de problemas.
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Mediación en conflictos.
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Restitución de las posiciones de poder, sanas y optimizadas.