Recopilación de vídeos interesantes, motivadores, documentales, charlas, etc. sobre variados temas de interés psicológico para ayudarte a ver, escuchar, y reflexionar.
Mar
Las claves están en el interior
Un día de primavera, sobre las ramas de los árboles de un gran bosque, una lechuza se encontró con un búho sabio.
– ¿A dónde vas?- preguntó el búho.
– Me estoy mudando al este- contestó la lechuza.
– ¿Por qué?- preguntó el búho.
– La gente de aquí es estúpida y vulgar. No le gusta mi graznido y, a causa de ello, no tengo más que problemas con todo el mundo que conozco – replicó la lechuza- por eso quiero trasladarme.
El búho sabio respondió:
– Si quieres cambiar tu voz, estará muy bien. Pero aunque te vayas al este o al oeste dará lo mismo, porque a la gente de allí tampoco le gustará. Acuérdate, querida, que por más que cambies y sustituyas en el exterior, tu graznido te perseguirá, ya que.
LAS VERDADERAS CLAVES DEL CAMBIO ESTÁN EN EL INTERIOR
Extraído del libro: Cuentos para aprender a Aprender. José María Doria
*Puedes dejar tu comentario o reflexión en nuestro blog.
Cielo e Infierno
Érase una vez, en un lejano reino de Oriente, que se encontraban dos amigos cuya curiosidad y deseo de saber acerca del Bien y del Mal los hizo un día dirigirse a la cabaña del sabio Lang con ánimo de interrogarle.
Una vez en su interior, y junto con otras gentes allí reunidas, preguntaron al sabio:
– Dinos, anciano, ¿qué diferencia existe entre el Infierno y el Cielo?
El sabio contestó:
– Veo una montaña de arroz recién cocinado, humeante y sabroso. A su alrededor hay muchos hombres y mujeres famélicos y hambrientos, víctimas de expectativas y frustración. Sus palillos son más largos que sus brazos y por ello, cuando prenden el arroz, no pueden hacerlo llegar a sus bocas ansiosas.
Un rumor irrumpió entre los allí reunidos…
Más tarde, el sabio prosiguió y dijo:
– Veo también otra montaña de arroz recién cocinado, humeante y sabroso. A su alrededor hay muchos seres humanos alegres y sanos que sonríen con satisfacción y benevolencia. Sus palillos son también más largos que sus brazos.
Sin embargo, han decidido darse la comida los unos a los otros.
Extraído del libro: Cuentos para aprender a Aprender. José María Doria
¿SABEMOS A QUÉ JUEGAN NUESTROS HIJOS?
Seguro que somos conscientes de las horas que les dedican a sus juegos, pero ¿hemos pensado en la función que cumplen estos juegos en nuestros hijos? Los juegos son su principal ocupación y cumplen un papel fundamental en el desarrollo psicomotriz, cognitivo, afectivo-social y educativo; pues les permiten experimentar, explorar, aprender, reflejar y transformar activamente su realidad y, finalmente, les ayudan a crecer de forma integral.
El juego es importante para nuestros pequeños; veamos algunos beneficios: – El juego cubre sus necesidades de ejercicio, imaginación y creatividad y es una vía para expresar y realizar sus deseos. – Es un canal de expresión y descarga a nivel anímico que facilita el equilibrio emocional. – Ofrece situaciones de imitación y ensayo para la vida, potenciando las habilidades sociales, valores, cooperación, tolerancia, etc.
Los adultos en ocasiones, por el ritmo de vida que llevamos, olvidamos que nosotros también fuimos niños en su día y lo seguimos siendo de alguna manera. Es imprescindible que conectemos con ese niño que tenemos dentro si queremos sentirnos un poco más cerca de nuestros hijos, y así comprenderles, conectar con sus verdaderas necesidades y así poder cubrirlas satisfactoriamente.
Dediquemos tiempo a la hora de escoger los juegos y juguetes de nuestros hijos. Que los juegos potencien su autoestima, que favorezcan su autonomía personal, que les permitan desarrollar su creatividad, que fomenten su interacción social. Juguemos más con nuestros hijos; seamos partícipes de su desarrollo y un apoyo para su crecimiento.
“El mejor medio para el crecimiento saludable de los niños es hacerles felices”.
Paloma Uriarte González
Psicóloga Infanto-Juvenil
CONSEJOS PARA POTENCIAR LA AUTOESTIMA Y CONFIANZA DE TU HIJO
- “Predicar con el ejemplo”. De nada sirve decir a nuestro hijo que confíe en sí mismo, que se valores, si nosotros no lo hacemos. Pues el desarrollo cognitivo de los pequeños no está totalmente desarrollado, pero conocen muy bien el mundo sensitivo y emocional, tienen un “radar” para detectar nuestro estado afectivo.
- “Valorar lo especial y único que hay dentro de cada niño”. Muchas veces hacemos comparaciones con otros niños, nos focalizamos en las cosas a mejorar, proyectamos nuestros ideales en ellos y de alguna forma, nos olvidamos del don que tiene nuestro hijo. Prestemos atención al don que tiene el pequeño y potenciémoslo.
- “Ayudarles a salir de su zona de confort”. Si queremos aprender, necesitamos salir de lo conocido y aventurarnos en lo desconocido. Ampliaremos poco a poco la zona de confort del pequeño y crecerá en retos y experiencias nuevas.
- “Estimular que tomen decisiones por sí mismos”. Poco a poco, debemos dejar que vayan tomando sus propias decisiones, que sean conscientes de su elección y, al mismo tiempo, irán aprendiendo las consecuencias que ello conlleva.
- “Aprender a equivocarse”. Por supuesto que no queremos que fracasen nuestros hijos, pero para aprender es necesario que puedan equivocarse. Lo importante no es el fracaso, es el aprendizaje que viene tras él mismo.
- “Dejarles encontrar sus propias respuestas”. Antes que darles la solución, mejor ayudarles a razonar, a que se plantee cómo se podría resolver el problema. Tengamos en cuenta que seguramente tengamos una respuesta, pero muchas veces existen múltiples formas de resolver una cuestión. Demos espacio a su creatividad e imaginación.
- “Buscar y perseguir objetivos”. Poco a poco enseñar al pequeño a fijarse pequeños retos, metas y perseguirlos.
- “Tenacidad, esfuerzo y resistencia al fracaso”. Con nuestro apoyo incondicional, el niño irá siendo consciente de su papel activo en su desarrollo y, por tanto, estas capacidades se irán construyendo y consolidando en él. Es más importante cada paso del camino que el hecho en sí de llegar a la meta. Prestemos atención al proceso y no sólo al resultado.
“El mejor medio para el crecimiento saludable de los niños es hacerles felices”.
Paloma Uriarte González
Psicóloga especialista en Infantil y Juvenil